Maestro en salón de clases dialogando con sus alumnos y alumnas.

Matías Denis

Sociedad, democracia e investigación

La alfabetización y el acceso a la información son derechos que los Estados han de garantizar en favor de la inclusión social y el desarrollo integral de las personas. Ahora bien, la conceptualización de alfabetización y de acceso a la información fue variando, dejando de lado aspectos reproductivos —que se centran en actividades cognitivas como la memorización y repetición y en el caso de la alfabetización sería el descifrado de la información—. Hoy en día, no se trata únicamente de estar alfabetizado ni de acceder a la información, sino que se trata de ser competente. Ello implica que, por un lado, haya un empoderamiento por parte de la ciudadanía (Lloyd, 2010) y, por otro, que haya una participación activa en la producción y consumición de la información, es decir, que la ciudadanía sea prosumidora (McLuhan y Nevitt, 1972, citados en Islas, 2008).

Para garantizar que la ciudadanía sea prosumidora, la educación formal con sus agentes intervinientes (docentes, estudiantes y familias) ha de responder a las necesidades contextuales. Entre estas necesidades contextuales, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) con todo su espectro de acción (redes sociales, ubicuidad, etcétera), al igual que la generación de conocimiento basado en evidencia (Lokse et al., 2017), hoy ocupan —o deberían ocupar— un lugar importante en las políticas educativas (ODS 4, Agenda 2030).

Si bien hay más formas de evidenciar los conocimientos y saberes, por ejemplo, los llamados saberes tradicionales (Bogado, 2024), la academia reconoce como conocimiento a los productos generados por medio de la investigación. En esa línea, la economía actual es la economía del conocimiento, basada en la generación y transferencia de este (RICYT, 2023). Por eso, que la investigación sea transversal en todos los niveles educativos es fundamental para estar en consonancia con el contexto actual.

Imagen de Adobe Stock

Enseñar, construir conocimiento y aprender

Cuando se alude a investigación hay que tener en cuenta que se puede hablar, cuanto menos, de dos tipos de investigación:

  1. La investigación científica, que es aquella realizada por profesionales con el fin de generar conocimiento científico validado por una comunidad (Turpo-Gebera et al, 2020),
  2. La investigación formativa, que se realiza entre profesionales y estudiantes para aprender a investigar por medio de un proceso de investigación (Restrepo, 2009).

Para poder investigar científicamente, primero se tiene que aprender a investigar, es decir, se requiere de un proceso formativo en que se desarrollen las destrezas-habilidades-competencias para investigar científicamente. Por tanto, el desarrollo de la investigación formativa debe ser una prioridad en las aulas sin importar el nivel educativo que sea. Mediante esta investigación formativa no solo se busca que en un futuro pueda desarrollarse la investigación científica, sino que se busca que se aprenda a aprender (Rojas-Betancur y Méndez-Villamizar, 2013).

Aprender a aprender, que en algunos currículums educativos es una competencia clave, supone llegar al dominio de la metacognición, una de las habilidades mentales más complejas que la humanidad puede desarrollar. Esta habilidad es la que permite que haya un conocimiento de sí mismo y de las demás personas porque conlleva un trabajo continuo de reflexión y criticidad. Si se traslada a la generación de conocimiento y el aprendizaje, supone la capacidad de asociación de ideas, de argumentación y re-argumentación, de comprensión profunda… ahora bien, ¿cómo llevar a cabo este proceso de investigación formativa?

¿Qué podemos hacer como docentes para enseñar y aprender a investigar?

Este apartado está construido desde dos enfoques: según la literatura y desde experiencias en aula.

Según la literatura

La lectura de Restrepo (2009) «Investigación de aula: formas y actores» contiene ideas tales como las que se resumen a continuación en la Tabla 1:

Tabla 1. Tipos de investigación y síntesis

Tipo de investigaciónDocente sobre su prácticaDocente sobre estudiantesDocente con estudiantes
SíntesisCada docente puede indagar sobre su práctica por medio de la reflexión de sus acciones en el aula, de su planificación y los efectos generados en sus estudiantes. Por ejemplo, planificar una clase (o varias), tener un momento diagnóstico y comparar con un momento de evaluación (formativa o sumativa) posterior. ¿En qué medida se lograron las competencias propuestas? ¿Qué se puede mejorar? ¿Por qué algún punto no salió como estaba previsto? ¿Qué fue lo que salió mejor y por qué?Cada persona es un mundo. En el aula y desde la posición docente se puede ver quién está respondiendo a un ejercicio, participando, totalmente en otro mundo… Todo ello lleva a que se pueda personalizar el proceso educativo porque hay un proceso de conocer y respetar la alteridad.Se da espacio al aprendizaje participativo, la construcción de conocimiento, por parte del grupo de estudiantes. Cada docente asume un rol de guía, que previamente debe haber planificado. Los productos finales tienen, con sus limitaciones, una aproximación científica. Unos ejemplos son el Aprendizaje Basado en Proyectos (Álvarez-Herrero, 2018) o las preguntas para pensar (Furman, 2021).
Fuente: elaboración propia a partir de Restrepo (2009).

Experiencias en el aula

Lo compartido hasta el momento resulta un conjunto de fundamentos teóricos que requiere involucrar a la comunidad lectora. Por eso, a continuación, se comparten unos resúmenes de dos experiencias desarrolladas en las aulas de la Universidad Autónoma de Encarnación (UNAE, Paraguay) y del Instituto Superior de Educación Divina Esperanza (ISEDE, Paraguay). Por lo que respecta a la experiencia en UNAE, esta fue llevada a cabo en la Especialización en Didáctica Universitaria, una titulación por medio de la cual se puede acceder a la docencia universitaria. En el caso de ISEDE, esta fue llevada a cabo en el Profesorado-Licenciatura en Educación Escolar Básica.

En ambos casos, es fundamental conocer el contexto previo:

  • El desarrollo de la ciencia en Paraguay aún es incipiente y la cantidad de profesionales de la investigación es reducida. Si bien las universidades tienen que producir ciencia, las limitaciones aún son importantes y, por ende, se accede a la docencia universitaria sin experiencia en investigación, con experiencias negativas y preconcepciones erróneas (Spinzi, et al., 2015; Quintana, 2021; Esteche Cabaña y Denis, 2022).
  • El contexto desfavorable de la ciencia a nivel local también permea a la escolaridad obligatoria y la formación docente. La situación investigativa en la formación docente presenta más limitaciones que el resto de áreas universitarias (Denis et al., 2023).

La finalidad de compartir estas experiencias es involucrar a la comunidad lectora de manera crítica y reflexiva, sin importar su rol en el proceso educativo. Si se trata de docentes, puede resultar ilustrativo poner en práctica las propuestas, mejorarlas, adaptarlas y aportar al campo de la investigación educativa-pedagógica. Si se trata de estudiantes, puede ser una forma de compartir con el equipo docente para seguir aprendiendo, motivarse y, por qué no, encontrar una posibilidad laboral más. Si se trata de familiares, quizás pueda ser un estímulo para incentivar a los equipos docentes de cara al desarrollo de las competencias para el siglo XXI. Si se trata de la ciudadanía en general, quizás sirva para promover la cultura científica.

Propuesta didáctica de inducción a la enseñanza de «Metodología de la Investigación» desde el aprendizaje como especialista en Didáctica Universitaria

En esta propuesta, se pusieron en práctica las estrategias de enseñanza-aprendizaje propuestas por Morales, Rincón-García y Romero (2005) para, por un lado, aprender sobre el temario de la asignatura y, por otro lado, poner en práctica estrategias de enseñanza-aprendizaje. Fueron las siguientes:

  • Leer investigaciones sobre áreas afines publicadas
  • Realizar exposiciones conceptuales sobre el proceso de investigación
  • Acompañar al investigador o investigadora en el proceso de investigación
  • Enseñar a investigar investigando
  • Investigar en y con la comunidad
  • Practicar la investigación significativa
  • Evaluar formativamente
  • Enseñar con el ejemplo
  • Divulgar información sobre las líneas de investigación
  • Mantener una relación asertiva durante la investigación.

El texto presentado es parte de los resultados logrados en la asignatura. Se puede consultar en las páginas 651 a 661 de las Actas del II Congreso Iberoamericano de Docentes “Docentes frente a la pandemia” (Macías, Quiñónez y Yucra [Eds.], 2021).

Imagen de Adobe Stock.

Propuesta didáctica para enseñar y aprender a investigar y ejercer en la Formación Docente

La finalidad era utilizar elementos de investigación para la reflexión y mejora constante de la práctica pedagógica de futuros profesionales de la docencia en Escolar Básica (Primaria). Para eso, por medio del estudio sobre los apartados «discusión y conclusión», se trabajó sobre el repaso de los objetos de aprendizaje de la asignatura Investigación Educativa, no solo desde lo netamente técnico, sino también desde la implicación en el proceso de aprendizaje y posibilidades de futuro para el ejercicio de la enseñanza.

La documentación completa de esta experiencia se puede consultar en el capítulo «Una propuesta didáctica para enseñar y aprender a investigar y ejercer en la Formación Docente» (Schaefer y Denis, 2023), dentro del libro Educación y sociedad: claves interdisciplinares, en las páginas 448 a 453.

Hay que destacar que todo el conocimiento generado, para ambas experiencias, tuvo el siguiente curso:

  • Planificación acorde a los objetivos y objetos de aprendizaje de la asignatura por parte del docente.
  • Introducción al objeto de aprendizaje a abarcar, incluso en tiempos de virtualidad total a raíz de la pandemia, a los grupos de estudiantes.
  • Desarrollo de prácticas de aprendizaje por parte de los grupos de estudiantes.
  • Sistematización de los resultados de aprendizaje por parte del docente.

En síntesis

El conocimiento científico y la investigación deben ser integrados a la docencia para generar conocimiento científico y pedagógico, innovación educativa y ciudadanía crítica. Si bien no todos los estudiantes se dedicarán a la investigación, la educación formal debe acercarla a la docencia para su desarrollo gradual y en beneficio de la ciudadanía.

Por tanto, se debe apuntar al desarrollo de prácticas didácticas que le permitan a los grupos de estudiantes elegir, hipotetizar, poner a prueba, evaluar y re-evaluar, es decir, iniciarles en investigación como una estrategia de aprendizaje. Si los grupos de estudiantes se involucran, es probable, tal como la literatura aquí citada lo demuestra, que aprendan mejor, que estén más motivados y eso, quizás, repercutirá en el funcionamiento de la sociedad, ya que explotarán al máximo el potencial de las TIC para participar en y construir la sociedad que habitan. En cuanto a los grupos de docentes, estas estrategias, junto con los resultados que brindan los grupos de estudiantes, le dan a cada clase, a cada asignatura, a cada momento de la profesión docente, un nuevo momento, un nuevo aprendizaje a partir de la bidireccionalidad de la información y construcción conjunta de conocimiento, una nueva ilusión. ¿Qué docente no quiere estar feliz mientras enseña-comparte-APRENDE?

Para seguir aprendiendo

Matías Denis. Coordinador e Investigador del Centro de Investigación y Documentación de la UNAE, Paraguay. Investigador PRONII – nivel candidato- del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de Paraguay. Doctorando en Comunicación, línea Educomunicación y Alfabetización Mediática (Universidad de Huelva, España). Miembro Asociación Investigadores Científicos de Paraguay. Vicepresidente de la Red Alfamed Joven.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *